Cuando trabajamos en Final Cut Pro y hemos de generar un DVD, solemos llevarnos un .mov a Compressor o a DVD Studio Pro, quienes se encargan de hacer la compresión al MPEG-2 final. En muchas situaciones puede que la calidad nos resulte suficiente, pero es mejorable, especialmente si hemos añadido grafismos o efectos.
La manera óptima de exportar desde Final Cut Pro en esos casos es mediante el menú File / Export / Using Compressor, veamos porqué.
Imaginemos que partimos de unas capturas en DV-PAL; editamos en el Timeline en una secuenciaDV-PAL, añadimos una corrección de color e incorporamos elementos gráficos como una cabecera, rótulos, logotipos, etc. Tenemos pues una segunda generación de nuestra imagen por el hecho de haber incorporado efectos y otros elementos. Si exportamos mediante el tradicional Export QuickTime Movie, generaremos una película QuickTime (un .mov) con esos renders, y será a partir de esa segunda generación desde la que se creará el .m2v, la tercera generación.
Sin embargo, si desde ese mismo vídeo exportamos mediante Using Compressor, Compressor se encargará de calcular el .m2v a partir del DV-PAL original, el de las capturas, y generando el resultado final con efectos y todo, descartando los posibles renders que tuviéramos hechos. Es decir, sólo se produce una segunda generación directamente en .m2v, algo parecido a haber hecho el render en MPEG-2 en nuestro Timeline. Esto explica porqué cuando se exporta mediante Using Compressor no podemos utilizar Final Cut Pro y los tiempos de exportación son a veces excesivamente lentos, y es que Compressor tiene que hablar con Final Cut Pro para saber qué efectos y elementos se han añadido, y así calcularlos de nuevo en MPEG-2.
Desde luego la diferencia en el resultado es notoria, especialmente en codecs como los DV y HDV, que no se llevan muy bien con los grafismos. Por descontado, este consejo es igualmente aplicable a otros formatos de exportación de Compressor, no sólo a MPEG-2.
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