viernes, 17 de agosto de 2012

Catorce consejos para el emprendedor “creativo”


Un amigo arquitecto me decía hace poco que la arquitectura es una profesión muy lenta y que por eso muchas veces aceptaba realizar proyectos expositivos o de arquitectura efímera. Frente a la arquitectura o el diseño de producto, el diseño gráfico es un sector tremendamente dinámico, y una de las mejores cosas que tiene la profesión es la gran cantidad de proyectos que abordas en un año y lo diferentes que son unos de otros. Como la vida misma.
A lo largo de mi carrera he trabajado para diferentes industrias: discográfica, editorial, cinematográfica, financiera, farmaceútica, seguros de salud, turismo, moda, cosmética…
Independientemente de nuestro portfolio de clientes, siempre suelo decir que, en el fondo, lo que solemos hacer es aportar valor y calidad a nuestro cliente, al proyecto, y por extensión a los usuarios finales del producto o servicio y que ésta es la principal razón por la que nos contratan. La experiencia siempre es importante pero, en los últimos años, he visto que empresas de sectores muy diferentes se han acercado a nosotros porque teníamos un importante bagaje en la industria cultural y de los contenidos, y éste es un equipaje que se puede trasladar a cualquier cliente, independientemente de su tamaño o sector.
Otra de las cosas que más me gustan de la profesión es la gran cantidad de profesionales de distintos perfiles con los que llegas a colaborar, muchos de ellos personajes que han triunfado en su profesión.
No soy el primero que habla de lo que puede aportar el mundo de la cultura, el arte y el diseño al mundo de la empresa, pero sí que debo decir que me siento más atraído, porque pienso que nos aportan más, por el prototipo de creador individual hecho a sí mismo, que por el prototipo con perfil MBA o licenciatura en Harvard o Columbia. Del primer grupo he tenido la suerte de trabajar, entre otros, con Miquel Barceló, Pedro Almodóvar, Alex de la Iglesia o Ferran Adrià.
El año pasado, con la realización del número Ñ de la revista Matador, tuve la suerte de compartir varias sesiones de trabajo con Ferran Adrià. Su implicación en el proyecto fue enorme y tremendamente generosa. Quien me conoce bien, sabe que no soy para nada una persona mitómana, pero sí que quiero confesar mi admiración por Ferran. La principal razón de esta admiración no es por sus conquistas sino por su manera de entender el trabajo. Él se reconoce más como un diseñador que como otra cosa, pero sobre todo, la pregunta que me he hecho durante este tiempo es: ¿cómo una persona, que a priori no ha tenido una educación espectacular y que ha llegado a su profesión por casualidad, ha conseguido revolucionar su profesión y convertirse en una referencia mundial? ¿Qué serie de elementos tienen en común todo este tipo de creadores? ¿Qué valores son trasladables al mundo corporativo?
Este es listado de valores que he recogido y que me han sido de gran ayuda en mi profesión:
1. Mantén el enfoque.El tiempo es el recurso más valioso y más difícil de gestionar. Complícate la vida con las cosas realmente importantes para tu profesión y no con las que son irrelevantes. Normalmente sólo hay dos o tres cosas que son realmente críticas o factibles para tu empresa. Destina tu energía y recursos en esos asuntos.
2. Sé humilde.Sé consciente siempre de dónde vienes y cuáles son tus orígenes. Normalmente, las personas más brillantes no son las que han asistido a los mejores colegios y han dispuesto de los mejores recursos, sino las que se han esforzado durante años en conseguir una meta y no han parado hasta conseguirla.
3. Invierte en tu formación.Nuevas técnicas, nuevos materiales, nuevas formas de trabajar. La única manera de garantizar la existencia de tu empresa en el largo plazo es pensar siempre que te queda mucho por aprender y que tu sector de negocio está a punto de desaparecer. El responsable de una empresa es siempre el que más tiene que aprender.
4. Invierte en tu equipo.Nadie obtiene grandes resultados sin un gran equipo que trabaje feliz y comparta una misma visión. Eres lo que tu equipo es. Invierte tiempo en su formación porque, en una empresa de servicios, el equipo es el principal factor diferencial frente a la competencia.
5. El medio es el fin.Analiza tus procesos y obsesiónate por la mejora y aprendizaje constante. Sal de la senda que te marcan los demás y busca huecos y proyectos desligados del día a día. El camino es más importante que los resultados: es donde realmente se aprende y donde cristaliza la cultura corporativa.
7. Valora la cultura del esfuerzo.Como decía Picasso, “Cuando llegue la inspiración, que me encuentre trabajando”. Sin esfuerzo no se consigue nada importante, ni nada te llega por casualidad. Los resultados importantes se consiguen a largo plazo, el camino es largo y la mayoría del tiempo viajaremos solos.
8. Piensa en grande.El mundo ya no tiene fronteras ni para las personas ni para las empresas. Si vas a pensar en un producto destinado a un mercado local, mejor monta una mercería.
9. Absorbe como una esponja.Como dice Ferran Adrià, “lo importante no es quién inventa el concepto, sino quién lo desarrolla y convierte en modelo de negocio”. La gente que te rodea, tu red, es lo que te hace crecer. Las empresas que tienen éxito son las que tienen perfiles con distintos orígenes o distinta formación.
10. Haz una prueba.Si quieres desarrollar una nueva línea de negocio, una aventura comercial y no lo tienes claro, haz un plan y haz una pequeña prueba, un prototipo. Si el proyecto no funciona, no habrás hipotecado tu futuro.
11. Los detalles son lo que realmente importa.Mies van der Rohe decía que Dios esta en los detalles, porque en los detalles que el ojo no ve es donde reside el alma de los productos y la cultura de la empresa.
12. Vive en la frontera del conocimiento.Estar a la última, a la vanguardia tecnológica y cultural, te permite encontrar siempre nuevas vías de negocio o implementar, sin despeinarte, otro nuevo cambio tecnológico.
13. Sé generoso.Ser copiado es un honor y la principal prueba de que estás innovando. Cuando la competencia consiga alcanzar tu nivel, te verás forzado a crear algo nuevo y siempre te mantendrás en primera línea. Sé generoso, comparte, educa y transforma.
14. Tu empresa, tu modo vida.Los profesionales creativos dedicamos una ingente cantidad de horas a nuestra carrera y la recompensa por nuestro trabajo normalmente no es económica. El diseño es una manera de vivir. Cuando más vivas, mejor será tu trabajo. Aprovecha las oportunidades que te ofrece tu profesión y haz compatible tu vambición con una calidad de vida razonable.

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