La regla de los tercios es, probablemente, el primer recurso compositivo que uno aprende en fotografía. Y probablemente también, es el primero en aprenderse por lo sencillo de aplicar a la vez que efectivo en sus resultados.
La regla de los tercios es un medio simple de aproximación a la proporción áurea, una distribución del espacio dentro de la imagen que genera una mayor atracción respecto al centro de interés.
¿En qué consiste exactamente la Regla de los Tercios?
La regla de los tercios consiste en dividir la imagen en tres tercios imaginarios horizontales y verticales. Los cuatro puntos de intersección de estas líneas fijan los puntos adecuados para situar el punto o puntos de interés de la foto, alejando éste del centro de la fotografía.Esto suele generar mayor atracción en el espectador que cuando el centro de interés esta en el mismo centro de la fotografía.
¿Y si tengo varios centros de interés?
En caso de que en la foto hubiera dos centros de interés, es recomendable buscar dos de estos puntos, y siempre que sea posible opuestos, formando una diagonal en la foto.¿Cuándo aplico la Regla de los Tercios?
Lo normal es aplicarlo al hacer la foto.No te preocupes si al principio no identificas bien a través del visor o la pantalla de tu cámara dónde se encuentran esos puntos imaginarios. Es normal que al principio te cueste un poco, pero con el tiempo irás cogiendo práctica.
Algunas cámaras réflex traen unas guías en el propio visor que ayudan a tomar referencias.
Hay quien pega en la pantalla una pegatina transparente sobre la que hace unas marcas. Como ayuda puede serte útil, pero sinceramente no lo creo necesario.
Otra opción, solo recomendable en ciertos casos, es realizar un reencuadre posterior con programas de retoque fotográfico como Photosop. En este artículo te explicamos cómo reencuadrar una foto y aprovecharte de la aplicación de la regla de los tercios de forma sencila.
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